Visitar el noreste de Estados Unidos nunca estuvo en mi lista de viajes; y si me preguntas por qué, creo que no tengo una respuesta precisa. Quizás vivir en los estados del sur de EE.UU. había sido siempre tan cómodo que la necesidad de explorar más allá de esos límites era innecesaria.
Recién llegados de Asia en 2021, mi esposa y yo nos aventuramos a explorar Nueva Inglaterra, al noreste de EE.UU. La experiencia nos había dejado asombrados mientras nos dirigíamos al estado de New Hampshire. Los árboles con sus hojas de maravillosos colores nos habían dejado preguntándonos por qué no habíamos visitado este lugar antes.
El viaje por las autopistas y pequeñas carreteras estatales nos hizo sentir relajados y nos enamoramos del lugar a primera vista. Podíamos sentir la brisa refrescante mientras caminábamos; era una señal segura de que el invierno estaba cerca. Las historias que habíamos escuchado por meses de los inviernos pasados parecían aterradoras, pero estábamos enfocados en la belleza del momento.
A menos de una hora en coche desde la ciudad de Boston en Massachusetts dirección noroeste nos esperaba un mundo diferente. El tráfico y las multitudes parecían desvanecerse después de cada milla avanzando poco a poco a lo largo de la Interestatal 93.
Una pila de herraduras y tomar el sol junto al lago Kimball
El plan había sido simple. La idea era visitar algunos lugares de interés en un día. Nuestras intenciones eran visitar la Gran Pila de Herraduras en Hopkinton, New Hampshire. Encontrar este lugar no había sido fácil, pero después de buscar por un buen rato en el área la encontramos. El lugar que había sido descrito como “Grande” en nuestra opinión no era grande en absoluto. La pila era casi invisible ya que estaba cubierta de maleza en el antepatio de una casa. Fue entonces cuando leímos un letrero en un poste que indicaba la ubicación de unas cabañas junto al lago. La búsqueda de la pila poco atractiva de herraduras nos había llevado hacia hermosas cabañas pequeñas junto al lago Kimball. Allí aprovechamos para disfrutar un poco de los rayos del sol.
El puente ferroviario cubierto más antiguo del mundo
Para una breve lección de historia, visitar el pueblo histórico de Contoocook en la ciudad de Hopkinton, New Hampshire fue perfecto. Allí, tuvimos la oportunidad de caminar y aprender sobre su historia, visitar un mercado local de artesanías, caminar y tomar fotografías del puente ferroviario cubierto de Contoocook, el más antiguo del mundo, construido en 1889 y que aún se mantiene firme sobre las aguas correntosas que fluyen del río Contoocook.
Una granja de alpacas
Al querer hacer algo al aire libre nos dirigimos a la famosa Granja de Alpacas Contoocook. Teníamos curiosidad por saber cómo estos animales tan lejos de sus tierras nativas en América del Sur podrían vivir aquí. Allí encontramos muchas alpacas viviendo una vida tranquila, cómoda y en libertad. También encontramos muchos productos elaborados con su fibra, como guantes, bufandas, calcetines y mucho más. Nos impresionó ver que las alpacas fueron bastante curiosas y amistosas cuando intentamos tomarles una foto.
Sidra de manzana y almuerzo con una vista fantástica
Después de disfrutar de las alpacas, nos dirigimos a almorzar a unas millas de distancia en Contoocook Cider Company. La vista del bosque lejano con sus coloridas hojas llamó una vez más nuestra atención. Si buscas un refrigerio y comida, Contoocook Cider Company es una opción perfecta para todos. Puedes elegir entre sus pizzas caseras y gran variedad de sabores de sidra de manzana con y sin alcohol. Puedes comer o sentarte afuera en los bancos para disfrutar tu comida con una gran vista. Después de comer y una breve siesta en un banco, nos dirigimos a nuestro último destino de este viaje.
Un paraíso para los lectores
A unos kilómetros de distancia llegamos al lugar que muchos afirman es el mejor lugar para los lectores. The Old Number Six Book Depot en Henniker NH era un lugar como nunca antes habíamos estado. Desde fuera, la casa antigua con su pequeño cartel no parecía gran cosa, pero estábamos muy equivocados. Al entrar descubrimos un mundo nuevo, el lugar del que, si te gusta leer, no querrás irte. Desde la década de 1970, Old Number Six ha sido el hogar de más de 160,000 libros para leer, tocar y descubrir su magia; sin mencionar del olor a libros que te envuelve desde el momento en que abres la puerta.
El resto del día había pasado un tanto lento; algo así como si el tiempo se hubiera detenido momentáneamente mientras leíamos durante horas. Desde entonces, hemos vuelto dos veces a este lugar a buscar las obras de nuestros escritores favoritos, y a leer junto a la chimenea. Si amas los libros tanto como nosotros, te garantizamos que amarás The Old Number Six.
La luz del día estaba desapareciendo y era hora de regresar a casa con otra maravillosa experiencia de viaje para recordar y compartir.
¡Sigue viajando, sigue aprendiendo!
