The end of the year 2019 and the start of 2020 sure came with a lot of new surprises. After so many years, finally, I was able to travel to India spending Christmas and New Year’s there with my loved one and after returning to China to continue teaching Spanish for another two weeks before heading again for the Chinese New Year’s Holiday (the year of the rat)
As usual, in order to get the best deals on airlines, hotels as well as to study our travel plans well, we had purchased tickets to travel from the city of Shanghai in China to Singapore, where Leollyne is from. There, the plan was to spend time with her direct family members, enjoy the steamboat (hot pot) traditional dinner with them and over the days visit other family members as part of the tradition during this important season for Chinese descendant families in Singapore.
During the two weeks, we would spend in Singapore, we had planned to visit for a couple of days the town of Malacca in Malaysia. Little did we know how radically our plans would change in such a short time. We had left Shanghai in mid-January and were looking forward to the arranged plans.
Almost two weeks later, at the end of January, the news all over the world was reporting about the Coronavirus that had begun at a meat market in the city of Wuhan, China about 600 kilometers from Shanghai. We did not think of it much at the beginning, but with the passing of the days, the increase of thousands of cases of the virus within mainland China and in many countries around the world the stress had begun to accumulate. We knew that this situation was getting serious when the school I work at by mandate of the Jiangsu Province, as well as in Shanghai, China had canceled the start of classes for the second semester for another two weeks until the 17th of February, or further notice.
As well as myself, many of my colleagues had to delay our flights back to China as a form of prevention to avoid getting quarantined once entering the country or even being able to leave China if we wanted to. I was literally stuck in Singapore with my daughter Silvana, who had come to China to study her 7th grade at the school I work at. Our plans to travel to Malaysia had also been canceled out of fear of the virus spreading rapidly through southeast Asia.
In order to get out of what seemed like a week of only reading news of the coronavirus spreading around, we had to make a quick plan. The news of increasing cases, deaths, seeing hundreds of people wearing masks everywhere we went, long lines at each pharmacy when a small stock of them was available and somewhat of a monotonous environment was not helping anyone feel any better.
Within 24 hours Leollyne and I had discussed the plan and it had been decided. We would go to a place that would make us forget all the issues going around us, at least for a little while. The small island of Malapascua in the Philippines would be our home for the next two weeks.
Once we had arrived at our destination, the need to write an article about the current situation in China had turned into a project that I had to complete. Thanks to the help of many friends and collaborators currently staying in China during this crisis, I have been able to collect their pictures and videos to share in this article. Many thanks to all of you and please stay safe!
These pictures and videos are a powerful message of how the millions of citizens of the most populated country of the world have reacted by staying home in order to avoid getting infected with the coronavirus. According to the news and reports of the World Health Organization (WHO) and the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) the cure may take up to one year to be developed tested and distributed to the many affected areas around the world.
We wish enlightenment and many strengths to the doctors treating the current patients of the coronavirus (2019-nCoV), the scientists looking for a cure, the people working tirelessly in China and around the world to alleviate the situation and as well the many people who are in quarantine to get better soon. Our condolences to all those who have lost a loved one during this difficult time. We believe that all of us working together we can and will overcome this crisis.
All the pictures and videos in this article were shared voluntarily by the following and are copyrighted by their owners. Many thanks to Francisco Cardenas, Marcia Rojas, Alan Beyoda, Kyle Johnson, Francisco Albarran Arriagada, Luisa Martin and Piedad Elena Vasquez
- Cover photo by Francisco Cardenas
Las calles fantasmas en China debido al Coronavirus (2019-nCoV)
El final del año 2019 y el inicio de 2020 llegaron con muchas sorpresas nuevas. Después de tantos años, finalmente, pude viajar a la India pasando la Navidad y el Año Nuevo allí con mi querida y después regresar a China para continuar nuestras labores durante otras dos semanas antes de volver a las vacaciones de Año Nuevo Chino (el año de La rata)
Como de costumbre, para obtener las mejores ofertas en aerolíneas, hoteles y para estudiar bien nuestros planes de viaje, habíamos comprado boletos para viajar desde la ciudad de Shanghái en China a Singapur, de donde es Leollyne. Allí, el plan era pasar tiempo con sus familiares directos, disfrutar de la cena tradicional de vapor (olla caliente) con ellos y durante los días visitar a otros miembros de la familia como parte de la tradición durante esta importante temporada para las familias descendientes de chinos en Singapur.
Durante las dos semanas que pasaríamos en Singapur, habíamos planeado visitar durante un par de días la ciudad de Malacca en Malasia. Poco sabíamos cuán radicalmente cambiarían nuestros planes en tan poco tiempo. Habíamos salido de Shanghái a mediados de enero y estábamos ansiosos por los planes concertados.
Casi dos semanas después, a fines de enero, las noticias en todo el mundo informaban sobre el Coronavirus (2019-nCoV) que había comenzado en un mercado de carne en la ciudad de Wuhan, China, a unos 600 kilómetros de Shanghái. No lo pensamos mucho al principio, pero con el paso de los días, el aumento de miles de casos del virus en China continental y en muchos países del mundo el estrés comenzó a acumularse. Sabíamos que esta situación se estaba agravando cuando en el colegio en el que trabajo por mandato de la provincia de Jiangsu, así como en Shanghái, China, había cancelado el inicio de clases para el segundo semestre por otras dos semanas hasta el 17 de febrero, o más. darse cuenta.
Al igual que yo, muchos de mis colegas tuvieron que retrasar sus vuelos de regreso a China, esto como una forma de prevención para evitar ser puestos en cuarentena una vez que ingresamos al país o incluso poder salir nuevamente de China si quisiéramos. Estaba literalmente atrapado en Singapur con mi hija Silvana, que había venido a China para estudiar su séptimo grado y a aprender el idioma chino mandarín. Nuestros planes para viajar a Malasia también se habían cancelado por temor del virus que se estaba propagando rápidamente por el sudeste asiático.
Para salir de lo que parecía una semana en Singapur de solo leer noticias sobre la propagación del coronavirus, tuvimos que hacer un plan rápido. La noticia de casos cada vez mayores, muertes y de ver todos los días a cientos de personas usando máscaras en todos lados, largas colas en cada farmacia cuando había un pequeño stock disponible y un ambiente algo monótono no ayudaba a nadie a sentirse mejor.
En 24 horas, Leollyne y yo habíamos discutido el plan y se había decidido. Íbamos a un lugar que nos haría olvidar todos los problemas que nos rodeaban, al menos por un tiempo. La pequeña isla de Malapascua en Filipinas sería nuestro hogar durante las próximas dos semanas.
Una vez que llegamos a nuestro destino, la necesidad de escribir un artículo sobre la situación actual en China se convirtió en un proyecto que tuve que completar. Gracias a la ayuda de muchos amigos y colaboradores que actualmente están en China durante esta crisis, he podido recopilar sus fotos y videos para completar en este artículo. ¡Muchas gracias a todos y por favor cuídense mucho!
Estas fotos y videos son un poderoso mensaje de cómo los millones de ciudadanos del país más poblado del mundo han reaccionado al quedarse en casa para evitar infectarse con el coronavirus. Según las noticias y los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la cura podría llegar a demorar hasta un año en ser desarrollada, probada y distribuida a las muchas áreas afectadas de todo el mundo.
Deseamos la iluminación y muchas fortalezas a los médicos que tratan a los pacientes actuales del coronavirus (2019-nCoV), los científicos que buscan una cura, las personas que trabajan incansablemente en China y en todo el mundo para aliviar la situación y también a las muchas personas que están en cuarentena. Nuestro más sentido pésame a todos los que han perdido a un ser querido durante este momento difícil. Creemos que todos trabajando juntos podemos superar esta crisis.
Todas las imágenes y videos de este artículo fueron compartidos voluntariamente por las siguientes personas y tienen derechos de autor de sus propietarios. Muchas gracias a Francisco Cardenas, Marcia Rojas, Alan Beyoda, Kyle Johnson, Francisco Albarran Arriagada, Luisa Martin and Piedad Elena Vasquez
- Foto de portada por Francisco Cardenas
Comments
All the best to you and your dear ones during your time in the Philippines. My family and I are still here in China – a Chinese New Year with my wife’s family gone horribly awry! Except for a small handful of necessary times (less than 5) for supply runs, we haven’t left our apartment compound in weeks. Have been getting 99% of all our food through the DingDong delivery app, the only one that has been in consistent full service in this area.
Prayers and good vibes to China and the world in these trying times.